CÓMO METER A TU GATO EN UN TRASPORTÍN O CÓMO MINIMIZAR EL ESTRÉS DE LA VISITA AL VETERINARIO

En algunas ocasiones meter a tu gato en el trasportín, por ejemplo, para llevarlo al centro veterinario puede ser muy estresante tanto para él como para nosotros. Es tan importante tanto el momento de la consulta, como los días previos y la planificación del viaje.

A continuación daremos unas pautas para que la visita al veterinario sea lo menos estresante para todos.

ANTES DE METER AL GATO EN EL TRASPORTÍN

Una parte importante del traslado es el transportín donde vamos a meter al animal. La mejor forma de que el gato no se estrese es que el transportín forme parte de su vida cotidiana. Por tanto, lo ideal es que el transportín esté siempre accesible y abierto, de forma que el animal pueda entrar y salir, y no lo asocie con la visita al veterinario.

Unos días antes de la visita pondremos Feliway en el transportín para que el gato se vaya familiarizando con él y, de forma opcional, y siempre con la supervisión de nuestro veterinario, podemos dar calmantes suaves, que si bien no son sedantes, ayudan a relajar al animal.

EL DÍA DE LLEVARLO AL CENTRO VETERINARIO

En el momento de meter al animal en el transportín, intentaremos pelear con él lo menos posible. Si no entra por sus propios medios, lo meteremos siempre de espaldas, nunca de frente al transportín. La forma más fácil el poner el transportín con la puerta hacia arriba y meter al animal de forma vertical, con las patas traseras por delante. Después cerraremos el transportín y muy despacio lo pondremos de forma horizontal.

Una vez tenemos al gato dentro, lo taparemos tanto para el viaje como en la sala de espera del veterinario, para que no vea ni sea visto; mantendremos el transportín siempre en alto para que el animal esté más cómodo.

Y DE VUELTA A CASA…

Una vez finalizada la visita, volveremos a tapar el transportín, y cuando lleguemos a casa lo limpiaremos muy bien con un detergente enzimático para eliminar el olor que desprende el gato cuando se estresa, de este modo, la siguiente vez que usemos el transportín el gato entrará más tranquilo.

En resumen:

  1. Saca el transportín unos días antes y ponle Feliway para que el gato lo tome como algo cotidiano.
  2. Introduce al gato de forma vertical, de forma que lo último que entre sea la cabeza.
  3. Tapa el transportín tanto en el coche como en la sala de espera y mantén el transportín en alto.
  4. Al llegar a casa, limpia bien el transportín antes de guardarlo.